viernes, 11 de enero de 2013

El puente



La miniserie El puente es una realización co-producida entre la DR, radio y televisión pública danesa y la STV, la televisión pública sueca. Se filmaron diez capítulos de una hora de duración, que salieron al aire durante el período septiembre-octubre de 2011 y que constituyen una primera temporada. Se anuncia una segunda temporada que podrá emitirse en 2013.

La historia comienza con un hecho inédito: el puente de Ørensud sufre un apagón durante unos instantes. Los controladores se inquietan durante es breve suceso, y posteriormente, al restablecerse el suministro, aparece un cuerpo sobre el asfalto, a la altura de la mitad del trayecto.

El puente de Ørensud conecta desde el año 2000 las ciudades de Copenhage en Dinamarca y Malmö en Suecia. Es una maravilla colgante que parte desde Suecia por sobre el mar, y a mitad de recorrido conecta con un tramo subterráneo a través de una isla artificial. El complejo en total tiene cerca de 8 kilómetros, y es la combinación vial-ferroviaria más larga de Europa.

Allí, a mitad del puente, donde se halla la línea fronteriza entre ambos países, aparece el cuerpo tras el corte en la iluminación. Mitad del cuerpo a cada país, y allí llegan ambas policías para hacerse cargo del caso. Del lado sueco, Saga Norén (Sofia Helin), la imperturbable investigadora incapaz de apartarse por un instante de sus procedimientos y reglas. Del lado danés, Martin Rohde (Kim Bodnia), algo más terrenal, falaz y condescendiente que su colega.



Estos rasgos distintivos entre los personajes se forzarán hasta cierto extremo a lo largo de la serie, quizás como un relato paralelo que aporte alguna sonrisa y afloje la tensión de algunos pasajes. En realidad, no es más que un cliché utilizado como recurso de guión, y que blanquea como a través del saber popular se ven unos a otros ambos países escandinavos: los suecos con su corrección y protocolo a ultranza, y los daneses, afincados en el continente, algo más relajados y concesivos.

El puente contiene todos los ingredientes que hicieron del policial nórdico un género de culto. La sordidez de los crímenes contrasta con lo armonioso y adecuado del ambiente general, del mismo modo que resalta la sangre en la nieve. Los agentes de la ley en su gran mayoría carecen del glamour que nos tiene acostumbrado el cine más instalado por las corporaciones. Se los ve cumplir sus funciones con la entrega habitual, pero se sabe de sus vidas privadas, no siempre casualmente infelices o desajusadas. Se observa la integración social, al dejarse ver entre el elenco a alguna persona discapacitada, y a la vez se denuncia el trato discriminatorio hacia los inmigrantes. Muestran altaneros y orgullosos su modo de vida balanceado y delineado, en el que la mención al suicidio es moneda corriente. Se aprecia el lugar que ocupa la prensa en la agenda pública, no muy diferente de la del resto del mundo en su concepción, pero manteniendo algunos códigos que en otros puntos del planeta se han perdido hace tiempo.



Quienes hemos disfrutado de Wallander, Forbrydelsen o (con alguna distancia) Varg Veum, pudimos apreciar con placer la sutil diferencia que hay en estas producciones que llenan la pantalla sin excesos. Es que, a diferencia de lo que se ve en la televisión de difusión masiva de oferta dominante, las persecusiones policiales no son habituales, y no porque las calles sean más estrechas, sino porque son realmente muy difíciles que sucedan en la vida real en una gran ciudad. Aquí los policías son capaces de salir del galpón mucho antes de que explote, y no necesariamente un segundo antes. Los asesinos no distinguen rangos de edades ni posición social. Y los poderosos muchas veces son cuestionados por sus posesiones, sin tener que aparecer antipáticos ante la pantalla.

En particular, el logro de El puente radica en la excelente construcción de la relación entre los dos policías, ambos con fuertes rasgos de personalidad, que resultarán decisivos a la hora de resolver el misterio. Experimentados actores con amplia trayectoria en el medio, sus roles logran desarrollar un vínculo en el que se complementan sin rebabas, aún con las diferencias del caso. La extensión de la obra es justa, dejando una sensación de saciedad sin carencias ni hartazgos.

Apúrese a ver la versión original de El puente antes de que aparezca la remake yanqui. Como se supo tras el anuncio de AMC, no se renovará la serie The Killing (version norteamericana de la danesa Forbrydelsen) para una tercera temporada. En su lugar, la compañía ya pidió un piloto de El puente para supervisar una adaptación que se llevará a cabo en El Paso/Juarez, en la frontera entre México y Estados Unidos.

Imdb: http://www.imdb.com/title/tt1733785/

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